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Que no falte


·Que no les falte nunca un poquito de imaginación, un poquito de atrevimiento. Atreverse a probar, que las cositas ricas, muchas veces llegan si avisar.

Ayer por la noche, cuando iba a cenar, estaba ya pensando en preparar una cremita de zanahorias, cálida, espesa, cremosa, para combatir el fresquito que hacía, debido a las "cuatro gotas" que llevaban cayendo desde primeras horas de la tarde.

"Cuatro Gotas", como en el chiste, cuando le preguntan a aquel paisan@ de Galicia, que si en su tierra llovía mucho, que con qué frecuencia lo hacía. Tranquilamente, responde que llover, lo que se dice llover no llueve mucho. Que por ejemplo, la última semana solo había llovido 2 veces. Recordando, y para poner más énfasis en sus palabras, explica que la primera ves estuvo lloviendo 4 días seguidos sin parar, y que en la segunda ocasión, solo llovió durante tres días. Vamos, lo que decía, solo llovió dos veces en la última semana ;-)

Aquí igual, solo cayeron "cuatro gotas", pero me apetecía esa crema de zanahorias, lo que no sé, es como cambié de parecer. Al abrir la nevera, para tomar un par de lonchas de queso fundido, vi un par de huevos sancochados que estaban desde el mediodía, de una ensalada que había preparado·


· Hace poco, hablando de mis ensaladas, si, MÍAS ;-), que pasa, es lo que ocurre por tener a mis "Agüelit@s" un poco lejos ;-) alguien me recordó citando palabras textuales mías "Ensalada? pero si eso es comida de cabras!! " ;-)

Cuantas veces habrán escuchado esta frase, cuando alguien me invita con ensalada. Al final resulta que no soy la única persona que "tiene buena memoria" ;-)
Entonces le explique que cuando digo que las ensaladas que sirven en la mayoría de restaurantes es comida de cabras, es por la sencilla razón de que se limitan a poner 2 hojas de lechuga como base, cuatro aros de cebolla, uno o dos de pimiento, un tomate partido en cuatro, dos 'gajos' de aguacate, medio huevo 'sancochao', un poco de millo dulce, algo de atún, y ale, a comer. Eso?, eso es comida de cabras, verduras y hortalizas apenas mezcladas.

En mis ensaladas, sin embargo, el trozo más grande que van a encontrar es del tamaño de un garbanzo, como mucho, con el tamaño de una judía, nunca más. Al decírselo, me dijo "C*ño, entonces se come con cuchara" ;-) Si, mis ensaladas se pueden, se deben comer con cuchara, y a cada cucharada, saborear entremezclados cada uno de los ingredientes, sin olvidar, por supuesto la "vinagreta" con la que baño las ensaladas, para poder hacer barquitos de pan ;-)

Volviendo, al ver los 2 huevos 'sancochaos' que estaban en la nevera, viendo unas lonchas de jamón cocido, se me ocurrió probar algo diferente, y la verdad mereció la pena ;-)

Lo primero es coger un par de rebanadas de pan "biscochao", o 'biscottes' (por persona), y ponerlos unos 30 segundos en el micro-hondas, con la opción "Grill", lo que permite que coja algo de temperatura, sin llegar a quemar ni a quemarse. Al sacarlos, le ponemos un chorrito de aceite de oliva, en la que hemos puesto a macerar unos cuantos dientes de ajo, 2 pimientas quemonas, y de comino, como 2 cucharadas de café, bien picado, finito. Al estar el pan ligeramente calentado, el aceite se 'funde', se absorbe, y no se queda en la superficie del pan, con lo que evitamos mancharnos los dedos al seguir preparándolo.

Mientras el aceite se va integrando en el pan, cortamos el jamón en cachos chiquitos, ya sea con las manos, o si somos un poco más escrupulos@s, con la tabla de cortar y el cuchillo, o con las tijeras ;-) La idea es que al morder, sea fácil, sin tener que prestarle excesiva atención a si se nos queda un trozo de jamón a medias. Así que ya saben, el jamón chiquito, del tamaño de 1 aceituna morada, como máximo. Los huevos sancochados, los cortamos finitos, como si de champiñones en láminas se tratara.

Empezamos por poner sobre el pan, ya sin rastro del chorrito de aceite, una base de jamón, sobre éste, ponemos el huevo sancochado, ya laminado, y lo cubrimos todo con cachitos de las láminas de queso, de forma que quede todo bien cubierto, pero sin que llegue a rebosar, para que al fundirse, cubra tanto el huevo sancochado como el jamón, pero que no llegue a desbordar el trozo de pan.

Lo llevamos de nuevo al micro-hondas, con el grill, y lo ponemos lo justito para que el queso empiece a fundirse, mirando por la puerta del micro-hondas, hasta que vemos que el queso empieza a adaptarse a la forma que está cubriendo.

Solo queda acompañarlo de un poco de mermelada de naranjas amargas, que habremos sacado desde un primer momento de la nevera, para que vaya tomando la temperatura ambiente.

Ya tenemos una cena ligera, diferente, original y todo, por atrevernos a probar, a imaginar, a saborear las cositas ricas que llegan sin avisar·


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